- ¿Y quién eres tú..? Que debo reverenciarte tan profundamente....- El orgulloso hombre dijo.
- Sólo tu peor pesadilla- con intensos ojos amenazó su interlocutor.
- Sólo un gato con diferentes cadenas, es toda la verdad que reconozco- Dijo imponente el Lord.
- Cadenas doradas o cadenas rojas, un Gatoleón sigue teniendo garras-.
- Y las mías son tan largas y afiladas como las tuyas, mi señora-.
Así habló el Lord de Castomere.
Pero ahora la lluvia rompe su corazón sin nadie que lo oiga crujir.
***
Un terrible error se cometió. Una vez calientes, el peso rompió tus brazos y los de los otros.
¿Cómo habrías de saber que yo podía quitar el dolor de la guerra?
Si me lo permites, las flechas cauterizaran las heridas y clavaré mis dedos en tu sangre para poder llorar de una vez.
Mis pasos van al compás de Comptine D'un Autre Été, y mi mis lágrimas también.
¿Por qué?
¿Por qué bebes vino de verano?
¿Por qué miras la nada como un todo?
O quizá la nada soy yo...
***
Con movimientos delicados deslizo rápida y vertiginosamente mis pies al cielo del Jardín Bótanico donde de repente me curaste.
Sólo que ahora estoy en la terraza donde quisiste deshacer lo hecho (& so do I now). "No quiero pasarme de la raya con el cariño", ¿Estás loco? Lo hiciste anoche...
La luz crepuscular me llevo a la dimensión donde nada importaba, donde los relojes adornaban el espacio flotando desarmados al igual que mi propio tiempo.
El tiempo que fue, es y será... fundidos en una fusión de hidromiel con notas dulces, melancólicas, y quizás, alcohólicas.
- ¿Qué has dicho? .. Ah, si... Yo también.-
***
El moho se colaba entre las grietas de las paredes, a nadie le importaba.
- ¡Me duele la visión!- gritó la botella.
- ¡A mi la voz!- Susurro la puerta de salida.
El día era grisáceo, silencioso, lastimoso, ensordecedoramente agónico, como el resto de los días.
El bar estaba repleto.
- Hola, ¿Qué tal?- dijo sensualmente la Reina de Corazones mientras entraba. Todos la miraron, más nadie respondió. Se sentó en la barra y pidió almas rojas con azúcar y amapolas ahogadas en una bota.
-Me hacéis querer morir- sin dirigirle la mirada, como hablandole a algún fantasma del pasado, le dijo la persona contigua a su asiento, Alexxia.
- Y a mi me das nauseas - contesto la bella Reina a su otro yo, quien bebía Lirios del Valle en una botella de perfume.
-¿Dónde está la niña de la primavera?- Susurro la misma mujer, la "uno".
- She's dead- Contesto la numero "dos".
Sin expresión.
Las demás criaturas hablaban de sus vidas, a nadie le importaba.
pasaron años desde la ultima vez que se escuchó esa canción en el bar... "Mad World"...
♫ Lo encuentro difícil de decir, lo encuentro difícil de tomar... ♫
Alguien miró a las dos chicas, o a la misma persona.
-Es como si no quisieras ser su esclava... ¡Qué te ha sucedido'-.
- Es que mi único error fue el no decepcionarlo. No a él, al otro. Supongo que no necesito ser salvada.-Al unisono dijeron.
....