jueves, 19 de enero de 2012

Caminata Nocturna: Moonlight Sonata.




¿De quién es esa sombra,
qué tan danzarina, despliega su oscuridad en el lugar?
¿Es mi imaginación
o miles de puertas que antes mi pseudo existencia negaba...
se abren de par en par?
Los ojos de una muñeca solitaria...
se iluminan con destellos,
Que solían ser lunas verdes anunciando muertes
de cruentas bodas españolas.
Estallo mi cabeza a través de los espejos de quintuples dimensiones,
Donde nada es igual y nada es diferente.
Donde las llamas siguen encendidas y las esperanzas no se apagan.
Donde las luces son muertes intermitentes,
y las sombras la salvación.
Persigo las danzantes sombras,
flotando sobre las escaleras hacia mi paraíso en trozos...
Con recelo avanzo entre los gigantes jardines de espinas y pantanos,
En busca de lo inimaginable.

***
Dificultosos los pies recorren los caminos
(No cualquier pie de porcelana podría).
Un gran espectáculo nada sorprendente,
de raíces de arboles pescando aves
y de peces cazando ratones...
Hace ralentizar mi paso.
- ¡Qué molestos son! -... ni mil suspiros enfurruñados lo expresarían.
- Qué mundo tan ordinario. No hay nada que me deslumbre... -.

***

¡Oh, pequeño mundo delirante! Permiteme danzar al compás de tú latido (Aquí no encajo, como en ningún otro lugar), Tengo tus pulmones, tus ojos y tus riñones, Pero yo solo deseo tu corazón (o tu cerebro).
 He perdido la sombra que mis pupilas supieron encontrar.

Busco.
...
Sigo buscando.
No veo nada...
(Quizá sea eso <<... no VEO nada...>>).
Dejo que los engranajes internos se vuelvan externos, para así poder captar las paradojas de este indeciso lago (¿río, mar u océano?) de locuras y de esa forma, quizá se disperse.

¿Es eso lo qué realmente quiero?
¿Qué se disperse?
¿No es eso lo qué lo hace ser?

Me decido... y lo dejo ser.

- ¿Por qué te ves tan triste? -
Con marcado interés retumba la voz de cristales al viento de mis sueños...

- Porque no lograba encontrarte.- Dificultosamente articulé.
                                       
- ¿Por qué no me encontrabas? - ...

- Porque no querías mostrarte ante mi presencia... -.

- Oh, ¿así que lo sabes todo? - con una sarcástica risa.

- Podría decirse. - Sobrada de mí misma.

- Ya veo... - Aún riéndose.

La sombra bailoteaba enroscadamente (al igual que esta historia) a mi alrededor...
Generando la sensación más cálida que mi muerto (pero curioso) ser llegara a sentir...
- Es típico de los humanos... - con esa sonrisa picara que mi pupila ha sabido captar...
Salí de mi trance y  reconocí sus palabras.
- ¿Típico? ¿De que estas hablando ahora? - Desorientada acoté.
- De la dualidad. - y con una extraña carcajada burlona se esfumó.
...
- Extraño, pero agradable (suelo pensar eso a menudo) - Seguí con mi camino.

***


Me adentro en un bosque.
Gotas finas repiquetean en mi cabeza,
caen con la fuerza de un dios desconsolado.
Avanzo con recelo al claro,
quiero ver las nubes...
Quizá ellas me curen la extraña sensación de espontánea Angustia.

>> Cuando en el centro del claro me encontré,      (¿a mi misma?)
      la mirada arriba de mi cabeza concentré,
      ni creer lo que allí avisté...
En las alturas, cientos de miles de seres alados consumidos en lágrimas...

Lo que me esta mojando...
Es como su sangre...
Comienzo a correr desenfrenada.
¡No quiero ser llenada por sus lágrimas!
¡Corro, corro, corro!
      Por mas que quiera no puedo escapar.
¡No puedo!
- Calmate. - Argentina la voz de cristal resonó. - ¡Si no terminarás como ellos! - la exaltación invadió su tono esta vez.

No puedo ni articular, él (o ella) prosigue en su respuesta.

- Este es el valle de las lágrimas, es un terreno maldito... ¿Cómo llegaste a este sitio? - su rostro extrañado delata lo poco común que eso era.
- Caminando. - Ácidamente contesté, no puedo controlar mis emociones.
Tengo que salir de este lugar.

- Al ser yo una sombra, tengo muchas formas... ¿Quisieras salir rápidamente de aquí? - insinuante su mirada repiqueteaba en mí.
- Lo que sea, solo sácame de este infierno. - la desesperación aumenta.

La sombra adopta la forma de un hermoso dragón alado, baja su cuello, me incita a subir.

Las nubes, relojes de consciencia, no logran calmarme como creí, estas escamas que apenas me sostienen logran lo imposible.
Llegamos a una tierra más extraña que las anteriores...

El mundo realmente esta de cabeza.
>>Lo que mis pies ahora tocan son suaves nimbos (cualquier piel curtida no podría disfrutarlo), volando a mi lado un hipogrifo y una extraña criatura que no supe reconocer (lo único conocido que avisté era un caparazón) me guiñan un ojo y se esfuman.
Miro hacía arriba y una capa de agua que no parece tener fin pinta mi cielo.
- Pareces llamar su atención. - mi compañera, siempre atenta, pero parece ser verdad.
Varias criaturas del océano (¿o cielo?) se acumula en pos nuestra, una imagen difuminada de multitud, de adversidad (al parecer, una multitud escéptica)
Los remolinos esponjosos bajo mis pies avanzan (¿desde cuándo estoy en una cinta eléctrica?)
Me parece imposible, pero ha pasado, he llegado al nubarrón oscuro y centelleante (¿Es normal que la electricidad se clave como agujitas en mis pies?¿Cuándo van a darme el manual de este lugar?) del asunto. Algo moviéndose sobre mi cabeza llama mi atención...

>> Una sirena con el torso fuera del cielo y curiosamente con un Martinni en mano ( o por lo menos eso parece), me mira fijamente (evite reir ya que no estaba segura de que esperar).
La miro a los ojos y comienzo a ver mi vida en retroceso...
¡No quiero retroceder, basta!¡No puedo dejar de mirarla!

 El tiempo se detuvo.
...y una delicada gota de cristal líquido brotó de su ojo y rodó hasta el mío.

Me hundí en angustias, por lo que parecío una eternidad.


***

En la misma posición yo sigo.

Mi tiempo se ha detenido.

>> La lágrima de cristal da marcha atrás. Retrocede por el rostro de su dueña original...
  El tiempo avanza otra vez, el mar-cielo cae como una espiral vertiginosa, huracán de ciclos terminados.
>> Recobré la consciencia y dí cuenta que flotaba sobre el agua...
¿Se ha vuelto todo normal o soy yo la que se ha volteado como un reloj de arena...?
- Será mejor que vayamos a un lugar más seco, se de uno que te gustará - Su voz no dejo de repiquetear en mi cabeza...- tendrás que cerrar los ojos -.
De inmediato acaté la orden, comencé a sentir esa calidez que tanta falta me hacía, mi cuerpo se evaporaba lentamente... tan despacio... y tranquilo...



***

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno y muy bien relatado

Anónimo dijo...

me gusto como lo relataste... pero debo admitir que tengo cierto rechazo a las sombres y sobre todo a las que cambian de forma u_u

Unknown dijo...

Es que juega un papel importante... ;)

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