martes, 16 de abril de 2013

Ellas bailan.





Las tardes siempre fueron melancólicas en esta ciudad. No importaba si llovía, tronaba o si fuera el día más luminoso del año; las tardes siempre fueron melancólicas.

Ese día no podía esperar para llegar a casa...
Las venas se me inflamaban, me ardían las ansías. Necesitaba un poco de esa intoxicación tan deliciosa del tabaco.
Siempre llevaba conmigo toda clase de tabaco, cigarrillos rubios, tabaco negro, hasta llevaba habanos de sabores raros. Me gustaba de todo tipo.
Sólo que para alguien como yo..., bueno, mis pulmones poco van a aguantar esta situación.

Al llegar a casa mis pies parecían dos cadáveres, me dolían los hombros y la cabeza se me partía en añicos. Ahh..., el deseo...

Era como un adolescente virgen a punto de debutar, no podía esperar un segundo más.
La llave giró despacio, todo parecía estar filmado en cámara lenta. Como un mal chiste dedicado a mi persona.
básicamente tiré mis cosas al sofá que había junto a la puerta del balcón.
El intenso olor a humo impregnado en las paredes me daba la bienvenida.
Me senté en la mesa, encendí mi primer cigarro. Todo era tranquilo, lo usual.
Todo iba muy bien, hasta que no pude rehuir de la venenosa melancolía que siempre me termina por acorralar.

Supuse que esa noche no podría simplemente irme a dormir, estaba muy cansando, deteriorado. Aún así, no tenía sueño y esa sería mi perdición.

Busque entre los compartimentos de la discreta mochila que usaba para trabajar, y los encontré justo donde los había dejado...
El olor de la marihuana, inundo mis fosas, era como degustar un valioso vino. Fume varios esa noche, entrada la madrugada saqué un par de cervezas heladas de la heladera.
Todavía tenía una leve sensación de melancolía, pero no importaba. Ya estaba un poco... ido.
Serví la cerveza, pero no sin antes fumarme medio paquete de los Philip Morris que tenía en el bolsillo de la chaqueta.

En este punto todo dejaba de tener sentido, y lo único que tenía en claro era el deseo por la helada cerveza que yacía seductora sobre mi mesa.

No sé cuantas me habría tomado por no ser por las hermosas figuras del humo. Se retorcían, se movían con una sinuosidad digna de una bailarina...
Empecé a vislumbrar los pliegues de un vestido y los movimientos lo mecían sobre la figura de esa hermosa mujer...
De repente me di cuenta de que estaba en un desierto..., desierto de arena gris.
La estrellas brillaban como si hubiesen cobrado vida, como si las viera por primera vez.

Era demasiado bella, su imagen me devoraba, me absorbía... Debía tocarla.

Me acerqué, pero esta con un grácil movimiento se alejó, se sonrió. Me miraba con una intensidad....
La picardía de sus ojos encendía algo en mí. Ella siguió danzando.
En ese momento..., cayó desde algún lugar recóndito de mi memoria, como si una soga desgastada por la presión se haya roto, el bello rostro de... Ella.
Algunos dicen que el primer amor es el verdadero, no sabía si podría dar crédito de ello, pero... pero...
Todas las cosas que pasamos..., desde que jugábamos juntos en el recreo, las primeras salidas con nuestros amigos... todos juntos...
El día que me me besó y me dijo que me amaba, los besos, las caricias, las tardes calurosas de verano en su cama...
Derramé un cálido líquido, y rodó por mi mejilla. No sé que fue, pero no duró mucho. Los hombres no se preocupan por cosas como esas...

Debía poseer a esa hermosa danzarina gris, no había otra cosa en el mundo para mí...

Me acerqué bruscamente, no escondí mis intenciones. Pero ella se alejó otra vez. La única diferencia fue su expresión...
Ella se tropieza y sus zapatos se desprenden de sus pies. Yacía hermosa, en el frío suelo de arena gris... ¿o era linóleo?
Ya no importaba.
Ella era hermosa, frágil. No podía poseerla, no así.
Otra vez derrame líquido caliente, La melancolía me inundo, pero ya no importaba.
Volví sobre los pasos que ella había dado, recogí sus zapatos y me situé suavemente a su lado. Los sople, les quité toda la arena que pude.
Y de repente, ella brillaba, como si hubiese cobrado vida, como si fuera la primera vez que la viera, y como si fuera la última también...
Le puse los zapatos, "cenicienta" pensé. ¿Qué clase de persona pensaría algo en semejante situación? ya no importaba.

Cuando me dí cuenta ella ya estaba acomodada en mi pecho, nadie se había pegado tanto a mi piel, ni a mi alma.

No pude resistirlo. Deslicé mis labios sobre los suyos, nuestras lenguas danzaron mezclando se en una calidez mayor que la de nuestros cuerpos...
El sabor..., el sabor era algo que ningún humano podría olvidar. Era algo amargo, pero adictivo.
No pude desprenderme de esas cadenas.
Nos miramos un momento, ella abrió su boca delicadamente, yo escuché. "¿Me seguirías a cualquier lugar? ¿A cualquiera?". "Sin duda alguna" le dije sin pensarlo dos veces.
Ella sonrió. Y la imagen se empezó a esfumar, de a poco.
Muchas mujeres aparecieron danzando a nuestros al rededores, pero no me iría con ninguna otra, no hasta no terminar con la hermosa mujer que se había apoderado de mi.
Ella empezó a desvanecerse, cada vez más, y más.
Nada quedó, sin siquiera un adiós. sólo sus zapatos quedaron tirados en la arena...

Comencé a acalorarme, sentía las vías respiratorias colmadas, comenzaba a ser muy molesto.

La piel comenzó a arder, me quemaba, ardía.
No pude aguantarlo más y caía a la arena. Eso sólo hizo que ardiera más, y más.
El ardor comenzó a desaparecer..., al igual que mi mi piel.


Las sirenas sonaban, todos corrían desesperados a las salidas de emergencia. Los bomberos irrumpieron en el edificio, apagaron lo que quedaba del resplandor carmesí.



El hombre yacía muerto en el piso de su departamento. Tres paquetes de cigarrillos se desparramaban a su alrededor. Con el suave filtro de su último carrillo en su mano.





4 comentarios:

Unknown dijo...

la verdad que me gusto mucho! esta genial! (no se como joraca dejar un + aca yo se que se podia hacer...yo lo sé(? )

Unknown dijo...

Graciasss :3
Me encanta que te guste :3
Emmm, con respecto a eso, ya lo arreglaré! Somday... (?) xDDD

Anónimo dijo...

Definitivamente el tabaco y su humo son incuestionables fuentes de inspiración.
Muy buen texto. Sintético, pero muy bueno.

P.S.: Revisá ortografía y typos!

Unknown dijo...

Gracias por la crítica c:
En cuanto tenga un ratito lo arreglo ;D

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